La Goya 2013 - Ven y Ven y Ven

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   Aurora Purificación Mañanós Jauffret, también conocida por el nombre artístico de La Goya, fue una cantante tonadillera y cupletista española. Nació en Bilbao el 5 de diciembre de 1891, y falleció en Madrid el 4 de junio de 1950. Hija de Balbino Mañanós y de Aurora Jauffret. A temprana edad se trasladó con su familia a Madrid. Allí se educó en el colegio del Sagrado Corazón, donde también estudió solfeo y piano. Su madre se casó en segundas nupcias con el pelotari Miguel Zabarte y se trasladaron a México, donde éste había hecho fortuna. 

En este país conoció a la artista española de varietés María Conesa con quien aprendió los rudimentos del género. Ya en Madrid, continuó con sus clases de piano e idiomas, estudió canto con el barítono Ignacio Tabuyo, y preparó un repertorio con el que debutó en el Trianon Palace en 1911. El nombre artístico, La Goya, le fue sugerido por su mentor y colaborador Álvaro Retana, escritor, periodista y diseñador de vestuario de revista y varietés. 

Al año siguiente actuó en Teatro Lara de Madrid y grabó un disco con algunos de sus cuplés ya famosos como "Ven y ven", "Balancé", "La reina del cortijo" y "Chulona". En esta época la prensa aireó su noviazgo con el torero sevillano Ricardo Torres, Bombita. Después de una prolongada estancia en Argentina, contratada por el Teatro San Martín de Buenos Aires, donde alcanzó un notable éxito, así como en otras salas bonaerenses, reapareció en el madrileño Teatro Lara, en enero de 1917. 

Su fama y prestigio fueron en aumento, sobre todo por su especialidad: las canciones escenificadas, con un cuidado vestuario. Se convirtió en un personaje de moda y su nombre artístico apareció como marca de un vino manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. 

Realizó otras giras por América del Sur y se presentó en algunas ciudades europeas como París, en la sala Olympia, y en el Teatro São Luiz de Lisboa, entre 1922 y 1923. A partir de esos años seleccionó y limitó sus actuaciones hasta que se fue retirando de los escenarios. 

Relacionada con el mundo literario de la época, en una de las tertulias que organizaba en su casa conoció al escritor Tomás Borrás, con quien se casó en 1925. Aunque ya no actuaba, se la siguió recordando años después por las reediciones fonográficas de cuplés como "Tápame", "Aquel maldito tango", "La cruz de mayo" o "Agua que no has de beber".