jueves, 28 de octubre de 2021

Estrellita Castro 1991 - La Copla, Vol. 7

Formato: FLAC 
Tamaño Rar: 318,65 MB

   Estrella Castro Navarrete. Estrellita Castro. Sevilla, 26/junio/1908 – Madrid, 10/julio/1983. Cantante y actriz. Hija de padre gallego y madre malagueña, matrimonio de humilde condición que tuvo doce hijos. Desde muy niña se sintió atraída por el cante popular andaluz. 

Se aprendía coplillas, teniendo seis años de edad, que interpretaba por las calles o en bodas, bautizos y fiestas de su barrio sevillano. En la academia de un reconocido maestro de baile, Realito, aprendió a bailar. Como no podía pagar las clases llegó a un acuerdo con dicho maestro: a cambio de sus lecciones ella realizaría faenas de limpieza en aquella casa de la Alameda de Hércules. 

 Breve de estatura física era conocida como La Comino en sus inicios artísticos a comienzo de los años veinte. La condesa de Bermejillo, que la conocía de sus andanzas callejeras, le proporcionó una inesperada actuación en los Reales Alcázares sevillanos que fue presidida por los Reyes de España. Doña Victoria Eugenia, complacida con la gracia demostrada por la joven cantaora, tras felicitarla, le urgió a que le pidiera cualquier regalo. 

Demanda a la que Estrellita respondió sin vacilar: le hacía ilusión poseer un mantón de Manila y una pulsera de brillantes. La Soberana no pudo evitar una simpática carcajada y, a los pocos días remitió una joya a la neófita artista. Del mantón se encargó la anfitriona de aquella fiesta. Con el paso de los años, un día se vio obligada a empeñar el regio obsequio a cambio de quinientas pesetas. 

 Tenía sólo doce años cuando participó en un concurso de saetas en el Salón Imperial de la sevillana calle de las Sierpes. Espectador de excepción aquel día fue el torero Ignacio Sánchez Mejías, quien entusiasmado con el arte de la chiquilla le arrojó una moneda de oro al escenario. 

A partir de entonces, Estrellita Castro se convirtió tempranamente en artista profesional, burlando la reglamentación laboral vigente. 

El gobernador de Sevilla, marqués del Valle de la Reina, accedió a que la jovencita continuara sus actuaciones, connmovido por las argumentaciones de ésta, que invocaba la pobreza de su casa, a cuyo sostenimiento económico contribuía decisivamente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario