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En una entrevista concedida al periodista Manuel Román a principios de los años setenta y recuperada en las notas interiores de un disco recopilatorio publicado por Gardenia, Mary Merche da una explicación curiosísima de cómo empezó a cantar en ese momento en que se quedó viuda con sólo dieciséis años, fiel retrato de la mentalidad de la época y del mundillo acomodado en el que se movía: como a principios de los años cuarenta no estaba bien visto que una chica tuviera un empleo como secretaria particular en una empresa.
Algo que hubiera sido factible para ella dada su educación y conocimiento de idiomas, unos amigos de su marido, los Sanz, importantísimos joyeros que poseían además un popular club nocturno de la época, el "Casablanca", sabiendo sus buenas condiciones vocales le propusieron que cantara en su sala de fiestas (!!!).
La primera noche cantó "Solamente una vez" de Agustín Lara, muerta de miedo y dando la espalda al público, poco después sería una gran estrella.
Tres exitosos años permaneció Mary Merche en el "Casablanca", entre 1942 y 1945, época de la que datan sus primeras grabaciones discográficas, desde donde pasó al "Pasapoga" a amenizar durante dos años las "tardes de té" que se programaban para las damas de la "alta sociedad" de esa oscura época.
A partir de 1946 Mary Merche se hace muy popular gracias a canciones como "No sé que tengo", "No, corazón" o "Que me quito, que me pongo", que, al igual que las grabaciones de Rina Celi, calan especialmente entre el público menos dado a dejarse seducir por la copla y el andalucismo rampante de la música española de la época y prefiere abandonarse a los arreglos jazzísticos y bailables.
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